EL BULLYNG DE PROFESORES A ESTUDIANTES


EL BULLYNG DE PROFESORES A ESTUDIANTES

La hipótesis es que no es verdad que los  docentes le  hacen bullying a los alumnos
Primeramente, creo necesario identificar de forma breve y teórica este tipo de trato denominado “bullying” para entender mejor la situación vivida por esta persona.

El bullying, no es sino una relación entre uno o varios individuos, que acosan de manera sistemática (permanente), ya sea de forma física, verbal o sexual, a otra, sin que esta tenga posibilidades de defenderse o superar la situación.

Normalmente cuando nos referimos a este proceso en las aulas de los grados 6° y debido a la gran repercusión social que ha tenido en los últimos tiempo,  es inevitable pensar en niños y adolescentes que abusan y humillan a compañeros suyos.

Pero tristemente existe un elevado índice  de acosos que son dirigidos de los docentes hacia el alumno y que pasan desapercibidos debido al corporativismo y encubrimiento que existe ante tales sucesos en los centros docentes.

No nos engañemos, el bullying es una práctica deplorable, pero se recrudece y toma mayor importancia cuando este implica a profesores y alumnos.

Los profesores tiene el deber de educar, formar, respetar, tratar con equidad, motivar, etc., a sus alumnos; para ello, dispone de una serie de capacidades intelectuales y concesiones administrativas que le permiten tener el control en el aula y decidir cómo llevar independientemente sus métodos educativos.
Pero los alumnos no dicen eso, calumnian y mienten sobre lo que pasa en las aulas de la institución como decir que los docentes le hacen bullying  de cualquier tipo como sicológica, verbal , física .

Pero esto puede degenerar en un abuso de poder no poco frecuente, que afecta definitivamente en la actitud y conducta del alumno vejado y humillado.

Estos docentes suelen tener un perfil determinado y ajustado, no muy diferente de aquel que se aplica al de la violencia de género, suelen ser personas inseguras, que utilizan esta autoridad para denigrar a sus formandos, con el objetivo de evitar una posible reacción que lo ponga en evidencia, son narcisistas, y se justifican así mismo y su actitud con motivos paranoides e incoherentes.

Visto por encima los conceptos más básicos de esta materia, paso ahora a explicar qué tipo de acciones se pueden llevar a cabo ante esta situación por parte de las su puestas  victimas:

Intentar tener una reunión con el profesor en cuestión, intentando hacerle ver la situación y procurando un cambio en la misma. (Esta opción no suele funcionar puesto el victimario suele tener una visión de la realidad distorsionada y justifica sus actos).
Presentar una queja formal ante el director, explicando en ella cual ha sido la cronología de los acontecimientos, una descripción de los mismos y los datos personales de las personas afectadas. Se debe guardar al menos una copia para la persona demandante sellada con el sello del centro para verificar cual ha sido la información adjuntada.
Si el centro docente hace caso omiso a la situación, debemos y tenemos el derecho de acudir a la inspección educativa provincial o autonómica, efectuando el mismo procedimiento anterior, presentando así una queja compulsada por el centro y por la propia inspección. Recomiendo en este caso ponerse en contacto directo con el inspector asignado al I.E.S en concreto.
Si esta queja es obviada o no existe comunicación al respecto, se debe asistir a la propia Dirección Territorial de Educación, exigiendo una Solicitud General, rellenando el formulario, explicando las causas de la denuncia, así como toda la documentación posible y presentarla ante el mismo Director Territorial.
Este último paso es poco probable, puesto que de uno u otro modo, nuestra petición habrá sido atendida o desestimada, aun así si creemos que no estamos conformes con la resolución, podemos atender a la Alta inspección del Ministerio de Educación, informando de nuestro caso.
Estos deben ser los pasos a seguir, es recomendable que antes de iniciar el proceso tengamos claro cuál es nuestro objetivo, que existe una verdadera situación de acoso, y que contamos con la capacidad de demostrarlo, entender que será un tramite burocrático lento y en ocasiones frustrante. No obstante se ha demostrado que los docentes y sus actitudes lesivas ante los alumnos no suelen quedar impunes y que si somos pacientes y constantes conseguiremos nuestro propósito.

Es importante además buscar ayuda de otras personas en la misma situación, ya que la fuerza de una denuncia colectiva será más eficaz que la de un único individuo, que puede entenderse como la opinión personal de un solo alumno.

Espero que este asunto sea de utilidad, no solo con el caso particular por el cual se ha originado este tema, sino porque como comentaba al principio es una situación recurrente, la cual podemos encontrarnos si trabajamos con menores, por ejemplo inmigrantes (los cuales suelen sufrir este tipo de situación debido a los sentimientos xenófobos) o en situación de desamparo en una vivienda de acogida y somos sus responsables ante las autoridades educativas.
El concepto que estamos es poniendo es que los alumnos de la institución son dramáticos y problemáticos solo lo que tienen que hacer sus responsabilidades estudiar y no ser rebeldes los profesores no les hacen bullying sino que ellos por defenderse o poner en problemas los docentes mienten diciendo que ellos le hacen bullying físico, verbal, sicológico para salir de los problemas que ellos están metidos.

E sobre todo los alumnos de grado 6°  que son los mas problemáticos y menos acostumbrados al horario o al entorno en donde están que es un poco más maduro por ser de la preparatoria ellos asen lo que asían cuando estaban en la primaria jugando en todos lados y además por ser de este siglo los niños de este grado son más violentos y no se dejan controlar por lo que este siglo está muy rebelde se meten el muchos problemas como peleas o no querer estudiar o asta contestarle mal a los docentes hay casos que los alumnos se van hasta el estado de ser violento y maltratar  físicamente a los docentes y sin ellos hacer les ningún acto violento o de cualquier tipo.